Es una herramienta muy útil en el diagnóstico del cáncer, y actualmente resulta indispensable para la correcta tipificación de cánceres linfáticos y de la sangre (leucemias y linfomas), además de para ayudar a establecer tratamientos adecuados en cáncer de mama (C-erb2), colon (EGFR), estómago (C-kit), etc.
Inmuhistoquímica por Queratinas de alto peso (AE1-AE3) y EMA resaltando las células epiteliales y las mioepiteliales. Diagnóstico: Carcinoma epitelial-mioepitelial.
Inmunohistoquímica: fundamentos
Las técnicas de inmunohistoquímica permiten la identificación, sobre muestras tisulares o citológicas, de determinantes antigénicos característicos de distintas líneas de diferenciación y funcionalismo celular. La aplicación directa de anticuerpos policlonales o monoclonales sobre secciones tisulares permite la localización microanatómica de su expresión y su correlación con los parámetros morfológicos, aumentando la sensibilidad y especificidad del estudio y proporcionando información adicional esencial en muchos casos.
En las últimas décadas la utilización de la Inmunohistoquímica ha sido progresivamente creciente y se ha consolidado como tecnología esencial en el diagnóstico patológico de rutina. En general y muy especialmente en patología oncológica, son cada vez más las patologías cuyo diagnóstico y clasificación requiere la Inmunohistoquímica. La incorporación de nuevos protocolos de recuperación antigénica y la afluencia constante de nuevos anticuerpos están ampliando notablemente el ámbito de aplicación con nuevas utilidades en diagnóstico y pronóstico.
La inmensa mayoría de técnicas de Inmunohistoquímica pueden aplicarse a tejido fijado e incluido en parafina con buenos resultados, siempre que la fijación tisular, su procesado e inclusión se realicen correctamente.
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